Un regalo diferente

Hoy compartimos "Un regalo diferente" escrito por Marta Azcona, ilustrado por Rosa Osuna y editado por Kalandraka.


La historia narra como en el día de su cumpleaños Tristán le regala a Marcel un trozo de tela que le sobró de unas cortinas. En un primer momento a Marcel no le encantó el regalo  y hubiera preferido una peonza. Pero la historia cambió cuando descubrieron todas las posibilidades de juego que tenía aquel trozo de cortina.

Durante la merienda de cumpleaños usaron la tela para no ensuciarse.









Durante un paseo usaron la tela para protegerse del sol. Para cruzar un río usaron la tela para que fuera la vela de su barco. Cuando subieron a la montaña usaron la tela para proteger sus oídos del viento...









Cuando empezó a oscurecer utilizaron la tela como un parapente y así, volver más rápido a casa. En el bosque, se toparon con un árbol que los dos amigos pensaron que era un fantasma, y como no querían problemas, se agarraron al trapo y salieron corriendo.

Por fin llegaron a casa y Marcel le agradeció a Tristán el regalo que le había hecho porque era mucho mejor que una peonza. Tristán se fue contento en su bicicleta mientras Marcel lo despedía agitando el trozo de tela para decirle adiós.

En cada una de las escenas aparece una especie de mono que vivencia, desde un segundo plano, todas las aventuras de Tristán y Marcel. A este monito le debió gustar mucho el juego de estos dos amigos porque mientras Marcel dormía, cogió una tijera y recortó un trozo de tela dw una cortina que había tendida en el tendedero.



El cuento, además, trae un pequeño trozo de tela para dejar volar la imaginación a los peques de la casa.



Cuando este cuento llegó a casa Matías no lo cogía, no le llamo para nada su atención. Algunos días se lo leíamos por elección nuestra y poco a poco ha ido pasando del odio al amor puro. Ahora está entre sus favoritos.

Este año es la primera vez que lo he leído en el cole porque su mensaje es muy directo, no siempre los mejores regalos son cosas materiales, tenemos a nuestro alrededor muchos regalos que nos permiten hacer uso de la imaginación y divertirnos juntos. Este año lo he leído en la asamblea previa a hacer la carta de los Reyes Magos para el Cartero Real y las respuestas de los niñ@s han resultado muy interesantes. 

Por todo ello, para mí, es un cuento que debería estar debajo del árbol de muchos niñ@s la noche de Reyes. En estos días donde los niñ@s tienen un millón de regalos y nunca le parecen suficientes, es importante frenar y valorar lo que tenemos.

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