¡Cómo mola tu escoba!

Hoy compartimos ¡Cómo mola tu escoba! Editado por Bruño, escrito por Julia Donaldson e ilustrado por Axel Scheffler, ambos creadores de "El grúfalo".


La historia narra como hubo una vez una bruja que volaba felizmente con su gata de madrugada. La gata maulló y el sombrero de la bruja se cayó. La bruja dijo a la escoba que se posara en el suelo, buscaron entre las plantas pero no encontraron el sombrero. Entonces, salió de entre la hierba un perro que llevaba el sombrero entre los dientes, se lo dio a bruja y se presentó a ella con mucha cortesía, diciendole ¡cómo mola tu escoba! y le preguntó si podía volar con ellas en la escoba, la bruja dijo que sí y ¡zas!, salieron volando.



Con la misma fórmula se narra como la bruja pierde su lazo y lo encuentra un loro; y como pierde su vara y la encuentra una rana. 

Así, bruja, gata, perro, loro y rana pasan a ser los tripulantes de la escoba hasta que de repente la rana dio un brinco en la escoba y ¡partió el palo en dos pedazos! Por un lado salieron volando los animales hacia una ciénaga y por el otro lado salió la bruja, que con su media escoba se metió en un nubarrón. Allí, oyó un rugido aterrador, era un dragón que quería comer bruja con pescado. La bruja pidió socorro mientras el dragón echaba fuego por su boca.


En ese momento de la cienaga salió una bestia brujeril con plumas, pelos y piel, cuatro cabezas, ocho ocho y una par de alas también que tenía tan mal aspecto que asustó mucho, muchisimo al dragón quien se fue pidiendo perdón tras escuchar de la bestia brujeril que la bruja era para ella.


Una vez que el dragón se fue, la bestia brujeril se empezó a desmontar y de ella salieron el loro, la rana, la gata y el perro. La bruja agradecida por su ayuda les pidió que acercaran a su caldero cosas para el fuego. La rana encontró un lirio, la gata una piña, el perro un hueso y el loro una rama seca.


Echaron todos sus elementos al caldero y dijeron las palabras mágicas "magia, magia repatagia, magia, magia remagiosa" y del caldero surgio ¡una escoba prodigiosa! con asientos tapizados para la bruja, el perro y el gato, un nido para el loro y una ducha para la rana.


Este es uno de los cuentos que hemos contado en casa y en el cole durante los días en los que hemos preparado Halloween. Es un cuento que, para mí, la traducción de algunas frases deja un poco que desear, pero eso a los niños y niñas parece que les da lo mismo o lo mismo. Las ilustraciones son brillantes, muy cuidadas, con mucho ingenio y muy descriptivas.

En casa ha triunfado, a Matías le gusta mucho el cuento y lo pide con frecuencia. Los animales si están presentes en muchos de los cuentos que solemos disfrutar en casa pero de brujas es el primero que tenemos.

En el colegio eso de que la bruja pida ayuda ha llamado mucho la atención. Además, en este cuento la bruja no comete ninguna fechoría y eso también ha llamado su atención, entro todos hemos aprendido que las brujas son muy divertidas y que hacen muchas cosas molonas. El día de Halloween nos pintamos las huellas de las manos para hacer una actividad sobre el proyecto del cuerpo que estamos trabajando y aprovechamos para convertir nuestras manos, en manos de brujos y brujas divertidas y juntos hicimos un conjuro para ser feliz en nuestro "caldero de las emociones".

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