REVUELO EN EL MUSEO

Hoy compartimos "Revuelo en el museo. Una noche en el Museo de Bellas Artes de Sevilla", un libro de Marina García editado por Factoría sur que cuenta con página propia web http://revueloenelmuseo.com



Este cuento narra la historia de un ángel que revoloteaba perdido por la ciudad de Sevilla con dos grandes deseos en su mente: encontrar un lugar que fuera el suyo y tener un nombre. Un día este ángel decidió entrar en el museo por una ventana y aquello lo vio un bedel del museo que es quien narra esta bonita historia. Al bedel no le pareció bien que el ángel entrara por la ventana pero como había tantos ángeles allí dentro se hizo el distraído, pensó que el angelito pasaría inadvertido...pero se equivocó..



El ángel se puso muy contento al ver tantos ángeles allí dentro y pensó que aquel era su lugar. Se propuso imitar a los ángeles que danzaban por el museo pero todo empezó a ir mal cuando robó flores a la florista. Ante tal evento unos ángeles le invitaron a irse de un cuadro, nuestro ángel intento entrar en otras pinturas pero no le dejaron. Otros angelitos le propusieron que se fuera a jugar con los niños al patio y él pensó que no era mala idea y se fue volando detrás de las risas que venían desde el patio.

Los niños tampoco se lo pusieron fácil, no querían jugar con el ángel porque estaban jugando al escondite y él con sus alas podía hacer trampa...así que le animaron a irse con los mayores.



Con los mayores no le fue nada mejor, todos estaban muy ocupados... bordando, pintando, durmiendo a un niño, custodiando la Giralda o escribiendo...


La dama del manto azul estuvo un poco más amable y si le explicó que ella ya tenía dos ángeles que la ayudaban y ya no necesitaba a ninguno más. Y en ese momento es cuando ocurrió lo que nunca debió haber ocurrido, el ángel se enfadó muuucho y empezó a portarse muuuuy mal y comenzó a pintarrajear todas las obras de arte, además, abrió las puertas del patio y dejo salir a una procesión de carrozas, caballos, jinetes y a la joven de la falda roja....en ese momento si que se armó un revuelo en el museo.



El bedel tuvo que tomar cartas en el asunto porque, una cosa era dejarle entrar por la ventana, y otra era dejar que ocurriera ese revuelo. Así que tuvo que llamar al jefe del museo para que diera un buen consejo al pequeño ángel. El arcángel San Miguel fue quien puso orden rapidísimo aconsejando al pequeño ángel a mirar a su alrededor para observar lo que hacían los demás ángeles, quienes ayudaban, leían, cantaban... Y le preguntó que a él que le gustaría hacer. El pequeño ángel se hizo esta pregunta  muchas veces mientras recorría el museo hasta que, dando vueltas en el aire, le vino la inspiración. A él le gustaría cumplir los deseos de cada una de las personas que había en el museo y se puso manos a la obra: consiguió un sombrero de plumas para una señora, un caballito de madera para un niño, un perro para otro niño...



Complaciendo los deseos de tod@s, le tomaron mucho cariño y le perdonaron sus travesuras, hasta el punto que le hicieron una gran fiesta de homenaje y dos regalos muy especiales: un lugar en el museo sólo para él y un nombre, Zacarías. Aquello le hizo tan, tan feliz a nuestro ángel que no paraba de repetir que aquel era su lugar.



Ahora si visitamos el museo de Bellas Artes podremos encontrar en la hornacina de la escalera a Zacarías, o tal vez no, porque este ángel tan pizpireta viene y va del museo a Sevilla, escuchando los deseos de todos y ayudando a cumplirlos.

La historia acaba aquí pero el libro continua regalándonos bonitos detalles. Al final del cuento viene un tríptico donde se recogen las obras que se pueden encontrar en el Museo y la ubicación de las mismas en un mapa que da mucho juego para trabajar con los niños y niñas.












Esta historia para mí no es genial, es perfecta. Tiene humor en el texto y en la forma de utilizar el lenguaje y tiene mucha creatividad en la conjugación del texto y las ilustraciones.  En las ilustraciones introduce las obras de arte reales que podemos encontrar en el museo y los dibujos creados por la autora para contarnos la historia de Zacarías.

En el colegio utilicé este cuento para trabajar el Museo de Bellas Artes de Sevilla en un proyecto de investigación que resultó precioso y que nos permitió trabajar todos los lenguajes y la lógica y matemática con actividades muy diversas y disfrutonas.

Una de las últimas actividades del proyecto fue la visita al Museo y los niños y niñas lo disfrutaron muchísimo.

Mi compañera ya conocía este cuento antes de llevar a cabo este proyecto y ella nos contó que la autora fue al centro donde trabajó ese año a contar el cuento y fue una pasada, nosotros nos pusimos en contacto con ella pero ya fue demasiado precipitado.

A Matías este cuento ahora mismo le encanta, el mismo hasta se busca en los dibujos del cuento y en los niños y niñas del patio y es que hasta tiene un cierto parecido con uno de ellos...no sé si será por eso que últimamente lo pide mucho a pesar de ser un cuento con mucho texto.

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