LA VOCECITA

Hoy compartimos "La vocecita", un cuento escrito por Michäel Escoffier, ilustrado por Kris Di Giacomo, traducido por Miguel Ángel Mendo y editado por Kókinos.


El cuento narra la historia de Perico, un camaleón que se levantó una mañana y comió muy bien, después se tumbó a tomar el sol y de repente le vino un apretón y quiso hacer caca. Entonces, fue a buscar un lugar para hacer caca, encontró un árbol tras el que hacer caca pero cuando acabó se dio cuenta que ya no quedaba papel...así que se las tuvo que ingeniar para buscar algo que pudiera servirle Pensó en una hoja o en un trozo de musgo pero ni una cosa, ni la otra, le vineron bien, así que se quedó con un calzón viejo que pensó que le podía valer.




Perico pensó que el calzón podría ser de alguien y al mismo tiempo pensó que por aquellos lugares ¿quién iba a ir? y además, el calzón estaba muy agujereado...así que no le dio más vueltas se limpió con él y cuando acabó, lo tiró sobre un matorral y volvió a sus quehaceres.

Pero la historia no acaba ahí....no, al contrario, la hisotria empieza ahí porque de repente Perico escuchó una voz que le insinuaba que no se preocupara por nada...pero que le había visto. Perico se puso a mirar por los alrededores y allí él no veía a nadie, buscaba y buscaba de donde provenía la voz pero no encontró a nadie. Entonces la vocecita que escuchaba le dijo que era su conciencia, Perico se extraño porque nunca antes había escuchado algo similar y la conciencia le dijo que "era esa vocecita que oyes dentro de tu cabeza cada vez que haces alguna tontería"....Perico se defendió y dijo que él no había hecho nada, a lo que la vocecita le preguntó si estaba seguro. Perico empezó a dudar y a pensar en el calzón y la vocecita le animó a que siguiera contando lo que había hecho con aquel calzón, que él no debió tocar porque las cosas que no le pertenecen a uno no se deben tocar.


Perico estaba muy avergonzado y aún así intentó explicar lo ocurrido y se excusó diciendo que era un calzón viejo y agujereado y que pensó que lo habían tirado. A esto la vocecita le argumentó que si no había pensado que podía ser de alguien que lo hubiera perdido, o que se lo hubieran robado, o que estaba tendido... Entonces fue cuando Perico ya se sintió fatal y asumió que la vocecita tenía razón.


Para arreglar aquel desaguisado la vocecita animó a Perico a lavar el calzoncillo, restregando bien para que no quedara el menor rastro de su caca. Perico accedió y se puso manos a la obra. Rápidamente lavo, puso a secar el calzón y desapareció velozmente de allí.


Al momento salió la vocecita que resultó ser un conejo con capa de súper héroe, el dueño del calzón agujereado que resultó no ser un calzón sino el antifaz de su atuendo.



Este cuento para mí y para mi familia ha sido todo un descubrimiento y este autor e ilustrador cada vez nos gustan y nos sorprenden más. Crean cuentos graciosos, con un lenguaje muy fresco, muy pícaro y con muchas sorpresas y así es "La vocecita" un cuento con un texto muy ingenioso y divertido, muy fresco, un cuento que gusta a mayores y a pequeños porque invita a reír, despierta sonrisas. Sus ilustraciones son simples, no están sobrecargadas, muy visuales y sencillas y a la vez muy expresivas, utiliza una gama de tonos muy limitada pero lo conjuga a la perfección con la descripción del texto....ya se me ve el plumero, me encanta este cuento, a Matías también y en el colegio triunfa, sobre todo la primera vez que se cuenta en la que están todos expectantes para ver quien sale de esa "vocecita" y cuando descubren al súper héroe...ya es cuando la explosión de alegría inunda la clase ¡qué ganas tengo de volver a leerlo en clase! y más en estos días en que se echan tanto de menos las risas de los niñ@s y su alboroto.

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