EL SUEÑO DE FÉLIX

Hoy compartimos "El sueño de Félix", un cuento escrito por Lola Ordóñez, ilustrado por Quiel Ramos y editado por Cuatrolunas editorial. Este cuento llegó a nosotros por Crowdfunding Verkami, era nuestra primera vez con esta experiencia y no nos ha defraudado, seguro que volveremos a repetir.


Félix es una ardilla que tenía un gran sueño por cumplir, quería ver el mar, un reto un poco complicado de conseguir para una ardilla que vive en el bosque. Él no había cesado en su empeño y consiguió tener el mar cerca con la ayuda de las aves, a las que le pedía que le dejaran un recuerdo del mar a su paso por el bosque. Él para agradecérselo les regalaba figuras de madera que roía. De esta manera consiguió arena, caracolas, algas y un poco de agua de mar... Había  conseguido hacer un auténtico museo marino, donde iban sus amigos a visitarlo y a escucharle hablar de su sueño.




Los amigos de Félix se reunieron en la Asamblea del bosque para hablar sobre cómo podían ayudar a Félix conseguir su sueño. Así, Tejón, Ciervo, Nutria, Liebre y Oso fueron haciendo sus propuestas, hablando y escuchándose los unos a los otros, resultaron iniciativas muy bonitas hasta que llegó el Zorro diciendo que se dejaran de soñar y despertaran, les preguntó si creían que los sueños se cumplían. Tejón le dijo que se callara porque ninguno lo creía, pero el resto de los participantes se quedaron callados y se fueron de allí.

Durante los siguientes días, el bosque estuvo más apagado, mientras Félix, ajeno a todo lo que había pasado en la Asamblea, seguía hablando feliz y contento sobre el día en el que pudiese ver el mar, pero allí ya casi nadie le prestaba atención.



Un día vieron a Félix muy ocupado, Tejón le preguntó qué hacía y le dijo que apilaba madera para poder hacer una cometa que le llevara hasta el mar, había estudiado bien como hacerla. Tejón le dijo que algunos pensaban que aquello era imposible y Félix le preguntó que, qué opinaba él. Entonces Tejón le dijo, que él creía en su amigo y se puso manos a la obra para ayudarlo.

Los días siguientes Félix trabajaba sin parar y a veces, los animales del bosque le ayudaban, lo veían feliz y convencido y por ello no querían despertarlo de su sueño...lo veían trabajando con tanto empeño e ilusión que algunas veces pensaron que si Zorro estaría equivocado...



Pasaron tres semanas y Félix acabó su cometa, ya se sentía preparado e invitó a sus amigos a ver cómo volaba con su cometa. Los animales acudieron porque querían apoyar a Félix en el momento que descubriera que su sueño no podía hacerse realidad, todos pensaban eso, menos Tejón. Llegó la hora de partir y Félix abrazó uno a uno a sus amigos y le dio una talla de madera en agradecimiento a la ayuda que le habían prestado en la construcción de su sueño. Después, se agarró con fuerza a la cometa y se despidió, todos temían lo peor  pero frente a ellos estaba Félix y su sueño. Todos cerraron los ojos y respiraron y de repente, Félix levantó el vuelo ayudado por una bandada de cigüeñas que cogieron los picos de la cuerda de la cometa y la elevaron al cielo. Félix comenzó a volar con ellas hasta el final del bosque, continuó volando con gavilanes  entre las montañas, con patos por encima de los lagos y con los pelícanos hasta llegar al mar.




En el mar, Félix pudo disfrutar de su sueño convertido en realidad. 

En teoría el cuento acaba aquí pero en las páginas finales aparece un mapa que te ayuda a conseguir tus sueños, un plan secuenciado en pequeñas etapas que puede ser de gran ayuda para pequeños y sobretodo, para los no tan pequeños. Este plan viene acompañado de una postal de Félix para los amigos del bosque donde les cuenta lo maravilloso y emocionante que ha sido su viaje y les informa de su nuevo sueño por cumplir...¿os imagináis a una ardilla navegando por el mar? Ésta postal la firma siendo Félix, el constructor de sueños.


Para mí este cuento es una obra de arte por su mensaje, por la perfección en la que sus palabras describen una historia que desprende ilusión, amor, empatía, ayuda, agradecimiento.... y por los detalles de sus ilustraciones tan sencillas y a la vez tan descriptivas y tan cálidas. Este cuento es un manual para conseguir los sueños en toda regla, y no sólo para los niños y niñas, sino para los adultos. Es un cuento que no se debería de catalogar como literatura infantil porque en la sociedad en la que vivimos, muchos adultos, necesitamos tener un plan secuenciado para llegar a nuestros sueños y no morir en el intento.

Este cuento llegó a casa estas Navidades y a Matías le gusta mucho, a mamá mucho más, por eso lo leemos con bastante frecuencia. Me gustaría que mi hijo fuera Félix en su empeño y tenacidad para poder conseguir todos los sueños que se proponga. En clase, no lo he contado aún, lo tenía programado para cuando acabáramos de trabajar sobre las profesiones pero este coronavirus nos ha aplazado el cuento, nos ha frenado la vida pero no nos ha parado los sueños.
 
Este es uno de los cuentos que en estos días voy a compartir con los niños y niñas de mi clase, espero ayudarles a conseguir sus sueños y llevarles un poco de ilusión en estos días que estamos viviendo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿LE PONDREMOS UN BIGOTE?

MARCELINA EN LA COCINA

Chivos chivones