La vaca que puso un huevo

Hoy compartimos "La vaca que puso un huevo", escrito por Andy Cutbill, ilustrado por Russell Ayto, traducido por José Morán Ortí y editado por RBA.



La historia cuenta como Macarena se sentía triste y sus amigas las gallinas le preguntaron qué le pasaba. Macarena estaba triste porque sentía que no valía para nada... no sabía montar en bici, ni andar con dos patas como el resto de las vacas, ella no se sentía especial.



Sus amigas las gallinas no dejaron que Macarena se sintiera triste e idearon un plan... A la mañana siguiente Macarena había puesto un huevo y a partir de ahí, la revolución a la granja llegó: las vacas estaban confundidas porque ninguna antes había puesto un huevo, el granjero no se lo creía, su mujer, llamó a la prensa, a la granja acudió muchísima gente y Macarena y el granjero salieron en televisión y en todos los periódicos.




Con este plan Macarena recuperó su autoestima y sus amigas las gallinas se sentían feliz por haberlo conseguido. Pero no todo en la granja iba tan bien, las otras vacas se sentían fatal porque ellas ya no eran las protagonistas y no salían en los periódicos. Algunas envidiosas acusaron a Macarena de inventar una mentira, Macarena sintió pena al escucharlas y las gallinas las retaron a demostrarlo.



Las vacas vigilaban a Maca mientras empollaba su huevo pero el huevo no se abría ni un día, ni otro...y eso que Macarena le ponía mucho empeño.



Hasta que por fin se oyó "croc,croc, croc", Macarena miró al huevo y otra vez sonó "croc, croc, croc" y de repente "el huevo crujió, se abrió, apareció y saltó una cosa marrón" (la cosa marrón se parecía más bien a un pollito que a una vaca)



Al ver el animal las demás vacas le dijeron a Maca que su embrollo había terminado porque aquello era un pollo. Pero el pollito miró a Maca, tomo mucho aire y de repente dijo !Muuuuuuuuu! un mugido gigante que sonó en toda la granja. Macarena sonrió y abrazó a su bebé al que llamó Turuleta".






Este cuento es súper divertido, tiene un texto muy gracioso con muchas exclamaciones, las intervenciones de los animales a mi me resultan muy ingeniosas y disparatadas y esto a los niños y niñas les suele gustar mucho. La historia es de esas que despiertan sonrisas por absurdas y las ilustraciones son de línea sencilla pero muy exageradas y extravagantes  y casan a la perfección con lo poco común de la historia.

Este cuento llegó a casa estas Navidades y desde ahí no sale de nuestro top diez. Matías es súper fan de Macarena y nosotros también. En el colegio ha gustado mucho y es que es un cuento que despierta sonrisa fácil.

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