El cuento de la hormiguita que quería mover las montañas

Hoy compartimos "El cuento de la hormiguita que quería mover las montañas", escrito por Michaël Escoffier, ilustrado por Kris Di Giacomo, traducido por Esther Rubio y editado por Kókinos. Me declaro fan de este autor y de este ilustrador, han llegado a casa sus cuentos por sorpresa y de los tres que han caído en nuestras manos no nos ha defraudado ninguno. 

 

Este cuento lo descubrimos gracias a la Biblioteca Municipal de Marchena, que para nosotros fue todo un descubrimiento porque tiene títulos muy interesantes para nuestros peques, os animo a visitarla en familia en cuanto todo esté más estable. 




La historia comienza cuando una niña le demanda a su madre que le cuente un cuento, su madre estaba un poco cansada y aquel plan no le apetecía mucho pero fue tal la insistencia de su hija que accedió.



Su mamá comenzó a contar la historia diciendo..."Era una vez una hormiguita que quería mover las montañas..." al escuchar estas palabras su hija se enfadó un poco porque siempre le contaba su madre cuentos de hormiguitas, su mamá le dijo que le contaba cuento de hormigas porque ella nunca quería que le contara cuento de dragones, pero ese día, a la niña le encantó la idea de escuchar un cuento de dragones.



La madre prosiguió con el cuento de un dragón bueno que echaba agua por la boca, sin embargo a la niña aquella historia no le parecía bien porque, para ella, los dragones eran malos y echaban fuego por la boca... Su madre accedió a seguir el relato con un dragón que echaba fuego por la boca y de tanto echar fuego, le dolía la garganta y por eso fue a visitar al médico y a la niña se le ocurrió que el dragón escupio fuego sobre el doctor.



Su madre le dijo que aquello no era posible porque el dragón era muy educado pero a la niña aquella sugerencia no le pareció bien y continuó el relato diciendo que el dragón escupió fuego sobre el doctor que salió corriendo hasta el río para apagar el fuego... 

Ante tales episodios la madre siguió el relato de la niña diciendo que el doctor corrió hasta el río, apagó el fuego y regresó a su casa donde el dragón le pidió perdón. Este suceso no le pareció bien a la niña ya que para ella el doctor no podía regresar a casa enseguida porque en el río había un cocodrilo que le atrapo... La madre le sugirió que aquello debió dolerle mucho al doctor y la niña añadió que si, pero el doctor cogió un palo para darle al cocodrilo en la cabeza....pero el palo era el colmillo de un mamut, el mamut pensó que lo que quería era robarle sus colmillos y se enfadó tanto que de una sacudida envió al doctor a la copa de un árbol.





La mala suerte del doctor continuó y fue a caer justo en un nido de pterodáctylos y como a estos animales les gusta estar tranquilos tomando café, en un pis- país cogieron al doctor y lo llevaron volando hasta el pico de una montaña muy alta, desde donde por fin el doctor pudo regresar a casa con la ayuda de una hormiguita que movió la montaña.

Cuando la niña acabó de contar esta historia se encontró a su madre ya dormida y se acostó entre sus brazos.






Como veis la historia tiene una mezcla de creatividad y ternura que se abrazan desde el minuto uno. La historia está hilada con mucha gracia y humor, lo disparatado del texto hacen que peques y adultos disfruten mucho de este cuento que viene acompañado de unas ilustraciones de líneas sencillas y una paleta de colores muy discreta, con tonos apagados que conjugan perfectamente con la luz y lo disparatado del texto.


A Matías esta historia le súper encantó, es un álbum que tenemos pendiente de tener en nuestras estanterías y poder disfrutarlo con los niñ@s del cole. Supongo que la creatividad de la niña nos servirá de inspiración para crear historias tan locas y divertidas como ésta. 

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