YO VOY CONMIGO

Hoy compartimos "Yo voy conmigo" escrito e ilustrado por Raquel Díaz Reguera y editado por Thule. 

El cuento narra la historia de una chica a la que le gusta un chico, Martín y ella describe que lo sabe porque cuando pasa por su lado le pica la nariz y le tiemblan las rodillas. Pero Martín no se da cuenta. 

Su amiga Lucía que se deje el pelo suelto y la chica se quitó las coletas pero Martín seguía sin mirarla. 

Su amiga Ana le dijo que se quitara las gafas y lo hizo pero Martín seguía sin mirarla. 

De repente, la chica empezó a ver como los pájaros de su cabeza levantaban el vuelo. 

Su amigo Luis le dijo que quitara la sonrisa de su cara y la niña dejó de sonreír pero Martín seguía sin mirarla. 

Su amiga Carla le dijo que dejara de tararear sus canciones y lo hizo pero Martín seguía sin mirarla. 

Su amiga Lola le dijo que lo mismo eran sus pecas y se las quitó pero Martín seguía sin mirarla. 

Y los pájaros de su cabeza seguían yéndose. 
Su amigo Marcos le dijo que que se quedara calladita y lo hizo pero Martín seguía sin mirarla. 

Ella mismo llegó a pensar que serían sus alas y se las quitó y así sin sus coletas, sus gafas, su sonrisa, sus canciones, sus pecas y sus palabras se fue al colegio y Martín por fin le sonrió, Martín por fin la miró. Y así, con esta guisa la niña se miró y ahora era ella la que no se veía y era ella la que no sabía dónde estaban los pájaros de su cabeza (y se ilustra la escena con una jaula llena de pájaros). 

Al no verse le fue diciendo a cada uno de los amigos que le habían dado un consejo para que se quitara algo que formaba parte de ella para gustarle a Martín que le gustaba su pelo recogido, sus gafas su sonrisa, sus canciones, sus pecas, hablar y se ha dicho a ella mima que sin sus alas no era ella. Sus alas eran iguales que los pájaros de su cabeza y ahora había aprendido que ella iba con ella y se miraba con todas las cosas que la definen y se veía, ahora tenía alas de nuevo. 

Esta obra de arte en su contraportada dice así "¿Estamos dispuestos a cambiar lo mejor de nuestra forma de ser para gustar a los demás?, ¿vale la pena?" con la descripción realizada y estas preguntas no habría que decir mucho más de este cuento, pero sí, si se puede decir mucho más. 

Su texto es perfecto, esta hilado a la perfección y su mensaje es directo, sin rodeos, hace crecer a las personas, ayuda a quererse tal como somos. Sus ilustraciones, son de línea sencilla pero cargadas de contenido, por ejemplo cuando la niña se ha quitado todo lo que sus amig@s le han ido aconsejando se ilustran las alas, las gafas, las pecas, un gramófono... todo tendido en una cuerda como si fuera ropa tendida, la ilustración habla por si sola, como todas. 

La ilustración de la primera niña que aparece en el cuento enamorada de Martín tal y como era ella y la última ilustración de la niña con todas las cosas de las que se había desprendido para llegar a gustar a Martín son perfectas y muy descriptivas.

Este cuento no lo he leído en casa con Matías, tampoco lo he compartido con los niñ@s del colegio de momento. Se lo he regalado a una amiga que de vez en cuando se le olvida mirarse en el espejo, verse y quererse tal y como es. Me parece un cuento que si lo leo en clase o con Matías gustará porque esta autora escribe e ilustra para enamorar a grandes y a pequeños, pero me parece que es un título muy apropiado para niñ@s de Primaria y para adultos, debería ser una lectura obligatoria para muchos de nosotros.

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